Agua, agua, agua

Durante casi dos días, no hubo agua en esta sección de Playas de Tijuana, la Monumental. No fue fácil vivir sin bomba de agua y disponer sólo de agua de la cisterna y agua de garrafón. 

Estos sucesos nos deberían sensibilizar sobre la urgencia de cuidar el agua y evitar escasez futura. No parece ser el caso; un vecino lavaba a manguerazo su camioneta, antes que llegara el agua. Realmente, la manguera ha sido un invento negativo para la preservación del agua y facilitar la preservación de la cultura que desperdicia este vital líquido.

Dicen que más que escasez, lo que falla es la administración del agua. Puede ser que hoy nos falle lo segundo, pero, si no lo atendemos, llegaremos a lo primero (y más en esta región que depende casi en su totalidad del agua traída del río Colorado).