John McCain, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, al nominar a Sarah Palin como su compañera de fórmula, hizo que la campaña electoral norteamericana se volviera competida y le permitió, por primera vez, superar en las encuestas al demócrata Barack Obama.
Esto se debe a Sarah Palin; hasta antes de la convención republicana, esta gobernadora por Alaska era virtualmente desconocida; su nominación fue toda una sorpresa; su discurso de presentación llamó la atención por sus declaraciones contundentes en contra de sus rivales y de los medios de comunicación, y también al conocerse situaciones personales y familiares de una de sus hijas; Palin tiene posiciones políticas conservadoras (defiende la guerra en Irak), y le guían sus creencias religiosas personales; con todo esto, Palin alcanzó fama instantánea.
Pero, la actuación de Palin está bajo escrutinio; entre otras cosas, la acusan de usar su puesto para saldar cuentas con un ex colaborador por motivos familiares. Un candidato, independientemente de su sexo, raza o religión, debe dar cuenta de su desempeño público previo, dejando a un lado su vida personal y familiar (salvo que tenga efectos en su desempeño gubernamental).
El Partido Demócrata y su candidato a la presidencia Barack Obama parecería que no han encontrado cómo contrarrestar el “efecto Palin”; a mediados de septiembre parecían aún indecisos cómo retomar la iniciativa que tuvieron hasta antes de la convención republicana. El peligro es que pueden equivocar la estrategia.
Lo más serio es que han aparecido spots en la televisión norteamericana que anuncian intensas campañas negativas y sucias, aún más que en elecciones previas; por ejemplo, el periódico New York Times da cuenta de un spot donde los republicanos distorsionan posiciones de Obama sobre educación sexual en el jardín de niños, difamándolo con mentiras que lo están afectando. Parece que McCain quiere ganar a toda costa.
Columna aparecida en la edición 34, correspondiente a octubre de 2008, de la publicación comunitaria Playas Hoy.
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